Antes de analizar la plasticidad cerebral en los niños, comenzaremos explicando en qué consiste la plasticidad cerebral. Ésta es la capacidad de cambiar, modificar y moldear hábitos o conocimientos predeterminados y adquirir nuevos conocimientos; gracias a esta capacidad podemos transformar la información, codificando las neuronas para llevar a cabo diferentes tareas o actividades.
La etapa de mayor plasticidad cerebral: la niñez
La plasticidad cerebral se podría decir que, durante esta etapa, se renueva de forma constancia gracias a la gran cantidad de información que recibe. Pues es cuando el cerebro recibe un mayor flujo de conexiones neuronales. Un niño, por lo general, crea el doble de conexiones neuronales que un adulto.
No obstante, también es importante subrayar que la plasticidad es moldeable y está presente durante toda la vida. Es decir, mediante diversas técnicas y entrenamiento es posible hacerlo, en mayor o menor medida, a cualquier edad. Razón por la cual es importante mantenernos activos, estar expuesto a cosas nuevas y aprender durante toda la vida. A mayor estimulación, mayor plasticidad. Nuestro cerebro necesita estímulos.
Cómo fomentar una mayor plasticidad cerebral en los niños
- Generar entornos estimulantes
Ofrecer a los niños un entorno rico en estímulos positivos y libre de estrés o ansiedad será de vital importancia.
- Realizar ejercicios, juegos y diversas actividades
La práctica de múltiples actividades, ejercicio físico y diferentes juegos permitirá que el cerebro del niño reciba numerosos inputs y favorecerá su desarrollo.
En este punto queremos destacar que existen herramientas, juegos y ejercicios desarrollados por diferentes profesionales para favorecer la plasticidad cerebral de los niños y estimular su cerebro.
- El descanso y la alimentación
Una correcta alimentación (enseñando al niño a comer de forma saludable, para que adquiera estos hábitos) y un buen descanso son primordiales.
Potenciar esta plasticidad favorecerá su desarrollo en la etapa infantil y a posteriori, de adulto y en la vejez.
La plasticidad cerebral de los niños, vital en la rehabilitación tras un daño cerebral
Tanto un daño cerebral como un trastorno del neurodesarrollo puede acabar limitando la vida diaria de un niño por sus secuelas sensoriales, cognitivas, motoras… Pero estas secuelas se pueden paliar, en mayor o menor grado, mediante con la neurorrehabilitación.
Y aquí juega gran importancia el comenzar cuanto antes el tratamiento. Está demostrado que el inicio precoz implica una mayor recuperación.
Una correcta neurorrehabilitación
Un proceso de neurorrehabilitación debe implicar un abordaje multidisciplinar coordinado por todos los profesionales implicados (neurólogos, fisioterapeutas, logopedas, etc). Objetivos y evaluación… las metas las fijarán los profesionales encargados del proceso y serán evaluadas para comprobar si se están cumpliendo y si es en el tiempo esperado.
Sobra decir que, al trabajar con niños, existen otras variables que no afectarían a un adulto. Relativas a su edad y desarrollo en diferentes áreas (lenguaje, comprensión, capacidad para relacionarse…) y debemos tenerlas en cuenta a la hora de establecer un tratamiento.
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