La importancia de cuidar al cuidador

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En muchas ocasiones los profesionales y familiares que cuidan a personas dependientes o con graves enfermedades son los grandes olvidados. Sufren en silencio y a la larga puede ocasionar graves problemas.

Cómo afecta a los profesionales

Entre las consecuencias y repercusión que en los cuidados tienen los problemas de salud del cuidador profesional se describen el síndrome del trabajador «quemado», el estrés crónico y la crisis psicológica.

Y, como es lógico, estos problemas además de afectar a su desempeño profesional también repercuten muy negativamente en la salud de estas personas.

El auto-cuidado como garantía de un cuidado correcto

La práctica del cuidar, como indicamos anteriormente, exige el auto-cuidado.

Abrirse a la persona que se está cuidando es importante, pero sin un excesivo riesgo para uno mismo. Y solo es posible cuando la persona cuidadora posee una madurez y un cierto equilibrio emocional y mental. De no ser así, la apertura suele deberse al deseo de resolver carencias y necesidades propias, más que con la voluntad de dar.

Por lo tanto, es de vital importancia auto-cuidarse para poder ayudar y ejercer de forma correcta. Es una responsabilidad del cuidador y de las instituciones en las que trabajan.

Cómo afecta a los familiares

Los familiares sufren un situación de estrés tras la lesión de su familiar, se genera un sentimiento de pérdida ya que nuestro ser querido ya no es el que que era y también está la necesidad de modificar los roles familiares para adecuarse a la nueva situación. Además, los tratamientos, una extensa hospitalización, el aislamiento social… son circunstancias que se suman y provocan una mayor angustia y desasosiego. Toda esta carga genera malestar físico y mental que puede derivar en el «síndrome del cuidador»; por eso es importante ayudar a estas personas.

El auto-cuidado como garantía de un cuidado correcto

Para un familiar, las recomendaciones no son las mismas que para un profesional, pues el vínculo afectivo es mayor y es algo que afecta.

Éstas son algunas de las recomendaciones para evitar el síndrome del cuidador:

  • Involucrar a otras personas en el cuidado.
  • Comuníquese con otras personas sobre la evolución de la persona cuidada y sus sentimientos o temores
  • Procure disponer de momentos para su propia vida (desconexión, aficiones…).
  • Intente facilitar la autonomía del familiar dentro de sus posibilidades.
  • Cuente con la ayuda de los profesionales sanitarios.

Cuidarse y cuidar

En definitiva, cuidarse a uno mismo es vital para poder cuidar a otras personas. Y muchas veces no se pone tiene en cuenta la salud física y mental de los cuidadores, generando consecuentemente importantes problemas en ellos.

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