En los últimos meses a raíz del confinamiento iniciado en marzo que actualmente continúa en diversas zonas del país, se ha debatido mucho sobre la idoneidad o no del establecimiento de normas y rutinas en casa más o menos férreas para los más pequeños. Y lo cierto es que los beneficios que conllevan si se instauran de una manera adecuada, son más que salientables.
Por eso, queremos analizarlo en las siguientes líneas para indicar dichas evidencias a las familias.
Principales motivos para establecer normas y rutinas en casa
Ofrecer una estabilidad
Los niños, al igual que los adultos, también necesitan una vida ordenada y, en cierta manera, predecible. Por lo tanto, será altamente beneficioso para ellos el instaurar una serie de pautas y de normas que guíen su día a día y que les permitan saber cómo serán su jornada diaria o incluso, semanal.
Reducción del estrés
Este punto está íntimamente relacionado o ligado con el anterior ¿De qué forma? Pues si a un niño le proporcionamos como padres una cierta estabilidad en sus horarios de clase y de ocio y además les explicamos en cada momento qué es lo que esperamos de ellos a nivel de obligaciones y/o normas a cumplir es mucho menos probable que sufran altos niveles de ansiedad ya que vivir en un contexto organizado y en el que sabemos más o menos qué es lo que va a ocurrir será un factor protector que les va a aportar muchísima paz y tranquilidad.
Con esto no queremos decir que en la vida de nuestros hijos e hijas no tenga que tener cabida lo improvisado, lo sorpresivo, los ¿y si a la tarde hacemos tal cosa? pero sí que es cierto que la combinación entre lo mucho planificado y lo poco improvisado sería quizá la opción más correcta.
Distribución del tiempo
Aquí es importante resaltar que el cumplimiento de normas y rutinas no deben equipararseNUNCA a ser extremadamente rígidos. Los niños son niños y, como tal, deben además de cumplir con las tareas académicas y del hogar, jugar y descansar, realizar ejercicio físico… entre otras. Es por ello necesario y casi obligatorio establecer tiempos adecuados para el juego y el descanso, para realizar los deberes e ir a las actividades extraescolares…
siguiendo dos máximas: No saturar al niño provocándole una sobreingesta informativa y permitirle y permitirnos tener el derecho a incumplir ese planning establecido si es necesario en alguna ocasión sin sufrir grandes culpas o remordimientos ya que es bueno que los pequeños aprendan que a veces las cosas no salen como esperamos, queremos o deseamos y no pasa absolutamente nada. Un buen truco que os puede ayudar a establecer dichos horarios puede ser el de elegir como guía o hilo vertebrador diario los momentos de comida y sueño para colocar en los momentos restantes las demás actividades a llevar a cabo.
Objetivos y valores
Intentaremos que cada pauta, cada recomendación, cada hábito o rutina tenga un trasfondo detrás. Es importante que tanto los juegos como el resto de estímulos a los que los expongamos resulten educativos y sirvan para “algo” ya que lo contrario sería aprender en vacío y se trata de que lo planteado tenga alguna intencionalidad. Es asimismo fundamental proponer juegos adecuados a cada edad, huir de las pantallas lo máximo posible y, sobre todo, compartir tiempo y espacio en familia.
Recomendaciones para establecer rutinas en casa
Ser realistas
Las circunstancias no siempre son las ideales y los niños no dejan de ser niños. Por ello, a pesar de todo lo bien que se pretendan hacer las cosas, habrá días en los que no resulte posible llevar a cabo lo planificado de la forma deseada. Es, por lo tanto, importante adaptarse a las circunstancias y relativizar.
Ser flexibles
Consecuentemente, si es importante lo anterior, también lo será nuestra flexibilidad con ciertas pautas y/o normas ya que habrá que primar en todo caso el bienestar de nuestros pequeños.
Explicárselas a los hijos
Por más pequeño que sea, a la hora de manejar las normas, los premios, los castigos… hay que adecuarnos a su edad y a su nivel de desarrollo cognitivo, pero siempre deberemos comentarles el porqué de las cosas ya que nunca son porque lo digo yo como adulto y punto. Que ellos sean conocedores de porqué deben hacer esto o por qué no pueden hacer aquello otro hará que se impliquen y se muestren más colaboradores, perseverantes y constantes facilitándose la negociación y la llegada de acuerdos.
Colaborar
Si papá y mamá establecen unas pautas, pero luego ellos mismos no las cumplen, será complicado exigirles a los niños que lo hagan. Y lo mismo si papá marca un patrón y mamá el opuesto. Es por ello muy importante para que la dinámica funcione remar todos al unísono ya que si el niño aprende desde pequeño que hay cosas establecidas a realizar lo verán cuando crezcan como algo normal y evitaremos esas luchas de poder tan típicas de las edades adolescentes favoreciéndose así casi desde el inicio la buena convivencia y felicidad individual y familiar.